Las creencias y la educación sexual de los y las progenitoras está lejos de lo que están viviendo la gente más joven. la realidad se va trasformando , y cada vez es más rica en detalles , en tener en cuenta muchas formas de vivir igual de validas y respetables
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El pasado o7 de Octubre Nos sentimos afortunadas de poder colaborar en el ciclo de CineForum que se realiza en centre Cívic Joan Oliver-Pere Quart.
Asistieron 20 mujeres de la tercera edad. Y visualizamos la película BOOK CLUB dirigida por Bill Holderman, posteriormente planteamos unas cuestiones y reflexiones sobre esta divertida y romántica película..
BOOK CLUB; Cuatro amigas de edad avanzada que leen el libro Cincuenta sombras de Grey como parte de su club de lectura mensual, y empiezan a cambiar la forma en que ven sus relaciones personales y sexuales.
La forma como vivimos la sexualidad está condicionada por muchas variables; La religión, la cultura, momento histórico, educación sexual, mitos y creencias, identidad, autoestima, genero, experiencias anteriores, pensamientos, emociones, edad, salud, medicamentos, alcohol, drogas, relación de pareja, hijos, rutina…. Si tu vivencia no es agradable puedes cuestionarte qué está pasando y tienes derecho a hacer lo posible para que pueda ser placentero.
En esta película las variables que aparecen es el genero femenino, la edad y creencias sobre este tema.
Uno de los detalles que nos fijamos eran las creencias, mitos y pensamientos que se tienen alrededor de las mujeres mayores durante la película.
Vimos y hablamos de algunos.
-¡Tú no puedes¡. ¡Tú no sabes! Frase que le dice la madre o padre a su hije cuando se está atando los cordones. O cuando sube a un árbol (Además haciendo un pronóstico de futuro –“¡que te vas a caer!”), hacer un plato de cocina, hacer una reparación de un objeto, cuando está dibujando o pintando y le decimos que lo hace mal. … En otras ocasiones acabamos por decir –“¡Ya lo hago yo!”. Cuando está intentando vestirse. Y así en muchos momentos en su infancia.
No somos conscientes del poder de las palabras, de las conductas que tenemos con nuestras criaturas. Y le repetimos de diferentes formas que son “torpes”, “ que mejor no probar”, “que mejor pedir ayuda”, “que no son capaces”. Hasta que llega el fatídico día que ya no hace falta que se lo digas porque ya lo ha aprendido. Ya lo ha interiorizado y convertido en parte de su identidad y de su percepción de sus capacidades.
He tenido el placer de poder colaborar en el Diario EL NACIONAL, en el que la periodista Anna Soler el 5 de julio de 2020, me entrevistó sobre el tema de las personas que tienen miedo al compromiso.
TE DEJO UN PEQUEÑO FRAGMENTO:
“Què som?”. Aquesta és una de les preguntes que, probablement, tothom s’ha fet alguna vegada pensant en aquella persona. També pot ser motiu de discussió, quan dues persones no volen o esperen el mateix de l’altra. O de ruptura, llavors. De vegades, identificar les emocions costa. Un fet clau per respondre aquesta pregunta. Però no només. Sovint, pot fer por perquè no s’hi està acostumat. A sentir, a tenir un company de viatge. No saber identificar les emocions també vol dir no saber valorar tenir el suport incondicional d’algú.
Una pareja me explicaba que el otro día estuvieron discutiendo. Y se dejaron de hablar durante un rato, y lo paradójico es que esto sucedió durante una relación sexual (que no acabó en tal)
Cuando les pregunté por los detalles, cada uno culpaba al otro que no estaba haciendo nada para mejorar la relación, que el otro /a de forma consciente le hizo daño, en rasgos generales me explicaron que el “otro/a fue un desconsiderado/a, un/a egoísta, se burló de él. Siempre va a su ritmo…” Había enfado y resentimiento en el ambiente